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Joropo llanero

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Katrin Lengwinat

 

Nos referimos a una práctica festiva tradicional en la inmensidad del llano venezolano y colombiano que incluye celebración, compartir, música, baile, letras cantadas. Es de carácter rural y comunitario, aunque se desenvuelva a veces en espacios más urbanos y comerciales.

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Aquí reseñamos primordialmente la tradición venezolana, la cual aplica en gran parte también al llano colombiano.

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Un joropo sucede por motivo de una conmemoración del ciclo de vida como bautizos, cumpleaños o bodas, del ciclo agrario como el final de una faena, del calendario comunitario con fechas patria y patronales, o por cualquier otra razón ocurrente. Los convocantes deben acondicionar el espacio, generalmente el patio al aire libre, procurar la disponibilidad de bebidas y comidas, preferiblemente carne en vara, llegar a un acuerdo con los músicos y girar las invitaciones. Los convidados son familiares, amigos y vecinos, por lo general se conocen entre ellos y aprovechan la ocasión para un reencuentro que con las distancias del llano no sucede tan a menudo. La música que sonará durante el parrando como se llama el convite es el joropo regional característico. Esa música adquiere su sentido a través del canto y del baile. El cantador maneja letras preconcebidas o improvisa. Los temas que se abordan se refieren al paisaje, el amor, el terruño, algún personaje, a leyendas y hechos históricos. La actividad musical es completada por parejas mixtas y enlazadas que giran por el espacio central de la reunión, con pasos básicos como el valseado y escobillado y figuras que muchas veces provienen de las faenas cotidianas y la fauna llanera. Además es propio el zapateo masculino en ciertos momentos de la ejecución musical. La dinámica de las fiestas familiares y comunitarias es parecida a los joropos en cantinas y restaurantes, solo que son público con acceso libre y el consumo de alimentos corre por parte del cliente. 

 

Los instrumentos musicales: arpa/bandola - cuatro - maracas

La instrumentación es bastante definida y atendida por 3 o 4 músicos. Ellos ejecutan un instrumento principal o guía e instrumentos acompañantes. El primero suele ser actualmente el arpa o la bandola, sin embargo puede variar según el momento histórico, la región, la disponibilidad y las destrezas personales. Así se han visto también el cuatro, el violín, la mandolina (bandolina) o el bandolón, este último del lado colombiano. El instrumento principal melódico es acompañado por un cuatro rasgado y un par de maracas. Además, pero apenas desde los años 1960, se incluye en el conjunto un bajo. Cada instrumento cumple con una función y un timbre específicos que no se duplica. El canto es solista y en ocasiones se practica como porfía entre dos o más cantores.

 

Las variedades musicales: joropo, golpe y pasaje

La terminología y definición de las variedades musicales hasta ahora no ha sido conclusiva y en las diversas publicaciones rondan disímiles criterios, unos más sistemáticos que otros y unos menos claros que otros. El concepto más difundido es la distinción técnica entre golpe y pasaje como variedades morfológicas y expresivas fundamentales.

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Pero el llanero no solo diferencia entre golpe y pasaje, sino entre joropos, golpes y pasajes. Incluso es común encontrar denominaciones como vals-pasaje y hasta pasaje-golpe por su velocidad o debido a su carácter. Sin embargo, tampoco hay unidad de criterios entre los diferentes cultores. Pero la voz natural originaria nos inspira a acercarnos a aunque sea uno de esos pensamientos musicales y así estructurar nuestra visión del joropo llanero de manera genuina. Por un lado nos encontramos con la diferenciación (1) entre joropo y golpe por ser tildado el joropo de recio y caracterizado por comenzar con el tañío o leco del cantador, el grito inicial. Es decir según ese criterio hay sólo 8 texturas reconocidas como joropo: Seis por derecho y el Pajarillo, Seis numerao en mayor y menor, Gabán y Gabana, Corrío y Catira, mientras que los otros se reconocerían como golpes.

 

Según otra distinción (2) resulta que joropos, golpes y pasajes tienen caracteres diferentes e incluso la misma pieza puede sonar de varios modos dependiendo de su interpretación. Debido a la naturaleza del proyecto aquí abordado, nos acercaremos a este pensamiento musical, también para permeabilizar de alguna manera la rigidez conceptual escrita y cimentada en los cerebros de estudiosos, pero no de los cultores. De todos modos, todos coinciden aparentemente en diferenciar de manera semejante a un pasaje de otro formato. Para nuestros fines distinguimos el joropo y el golpe del pasaje también por su carácter, temas y grados de variabilidad, ya que tanto el joropo como el golpe son

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más extrovertidos, de carácter recio y frases melódicas generalmente breves. Adopta[n] temas fuertes como la historia, la protesta, el trabajo del llano o algún desafío. La cantidad de músicas para los golpes [y joropos] es contada, aunque su número pueda variar desapareciendo uno o surgiendo otro... se comporta[n] genéricamente debido a su estructura armónica fija y a otras características como motivos melódicos obligatorios, llamadas etc. Estas estructuras forman el marco para una infinidad de ejecuciones, letras e improvisaciones. (Lengwinat 2015: 18)

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Ahora bien, si seguimos el razonamiento por estilo de interpretación, algunas estructuras como el Gabán o la Periquera pueden interpretarse como GOLPE que es de sabor más agresivo y trancado, incluso más juguetón. En el arpa se octavea más en el tiple y en el bordón se toca más "golpeado" acentuando el 1er y 3er tiempo del compás. En los golpes se usan con mayor frecuencia técnicas como el cuereao, un tipo de arpegio rápido y seco (apagado) en el acorde de acompañamiento, así como otros recursos del manejo de los bordones como el escobillao, el trapiao o el trancado.

La interpretación como JOROPO diluye preferiblemente las acentuaciones fuertes, juega con los 3 tiempos del compás en el acompañamiento y adorna, llena y varía más la melodía. Hay joropos que no pueden convertirse en golpes, son ellos los que presentan cierto carácter de pasaje y estructuras melódicas continuas más relajadas y no recortables como p.e. Mi Camaguán. Además hay composiciones que únicamente presentan un carácter de golpe. Así sucede por ejemplo con El Araguato, que al tocarlo en estilo de joropo, pierde su gusto.(ver entrevista a Jesús Mangarré minuto 23, explicación de recursos de bordoneo)

 

El PASAJE-GOLPE recibe esa denominación por "su sabor, su sazón", ya que se trata de pasajes golpeados y menos románticos, pero sí jocosos y dicharacheros. Seguramente algunos joropos comenzaron a existir como pasaje y poco a poco fueron convirtiéndose en joropos a través de su popularización, el aumento de velocidad y el estilo de ejecución. No todos podrían realizar esa metamorfosis, pero hay pasajes que desde su composición original tienen el ADN en su estructura melódica y de fraseo. Ejemplo de ello son el Cunavichero, Guardatinajas o Fiesta en Elorza, que en su segunda parte cantada presentan ese aire de golpe, pero en cuanto a su reducida velocidad lucen carácter de pasaje. Entonces resulta que por algún acuerdo no escrito, se incluye ese tipo de composiciones en los joropos a partir del momento que comienza a sonar con diferentes letras.

Mientras tanto un pasaje como tal es por lo general

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más introspectivo, más romántico y suave, con frases melódicas más desplegadas. Se suele usar para declarar el amor, o bien para cantar afectos al terruño, a un animal preferido o para expresar despecho. Se trata de una composición única sin mayor improvisación, cantada siempre con la misma letra y con pocas variantes melódicas. La cantidad de pasajes es infinita, cualquiera puede inspirarse y componer uno nuevo. (Lengwinat 2015: 18)

 

A vox populi dicen los llaneros, que los joropos y golpes se diferencian también del pasaje por su velocidad y que este último es menos rápido. Sin embargo, suponemos que es más una percepción que una medida absoluta, porque ambos son para bailarlos con los mismos pasos y bailar más lento o más rápido parece no suceder, sino la diferencia en el baile consiste igualmente con lo vivaz de involucrar o cambiar figuras. Las mediciones exactas han arrojado resultados muy parecidos, además de depender del contexto y del ensamble que lo interpreta.

 

Así que concluimos que el llanero distingue su música más por estilo que por otra propiedad. Es la manera de seleccionar y realizar coherentemente ciertas características interpretativas, en un lenguaje específico con figuras retóricas que comunican mensajes. De ahí el estilo es también un portador de significados, es apropiado o inoportuno para ciertos ambientes y depende del grupo humano a abordar. Un baile de joropo se prefiere animar con el estilo golpeado, otros modos de interpretación pueden entremezclarse, pero no deberían dominar. Mientras que en un concierto entre un selecto público desconocedor en un café podría dominar muy bien el estilo joropeado. Sin embargo, cada músico tiene también su propia forma de tocar, aunque intente parecerse a otro y con su expresividad personal conquista a un entorno o no.

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La velocidad adecuada para el baile es de aprox. negra=210 MM. La forma de ejecución se caracteriza por lo general por una introducción instrumental, un segmento cantado, un interludio instrumental (puente) y otro segmento cantado. En el joropo y el golpe encontramos estructuras de 1 a 4 partes formales, las cuales pueden ser muy o poco extendidas. Además presenta un comportamiento cíclico en el desarrollo de las armonías. Cada ciclo dura por lo menos cuatro compases o un múltiplo de ellos.

 

REFERENCIAS:

Lengwinat, Katrin. Joropo llanero tradicional en Venezuela, en: Revista Venezolana de Música Musicaenclave, vol 9-1, enero-abril 2015, 33 pp., http://www.musicaenclave.com/vol-9-1-enero-abril-2015/

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Portaccio Fontalvo, José (1994). Colombia y su música, vol. III, Canciones y fiestas llaneras, Bogotá 1994

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(1) Vidal Colmenares, cantador de Guanarito, estado Portuguesa,

entrevista 12-08-2020; Jorge Añez, citado por Abadía Morales, en: Portaccio 1994: 49, Colombia y su música, vol. III, Bogotá 1994

(2) Jesús Mangarré, arpista de música llanera, entrevista 15-05-2020, ver grabación

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      Entrevista y ejemplo musical con Jesús Mangarré
Gabán como joropo y golpe
00:00 / 02:39
Entrevista
00:00 / 30:11

Gabán interpretado como joropo (0:00-1:21) y como golpe (1:22-2:39)

Entrevista a Jesús Mangarré por Katrin Lengwinat, 15-05 2020

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