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GOLPES Y JOROPOS

La producción APORTE A LA RECUPERACIÓN DE LA DIVERSIDAD DEL JOROPO LLANERO, desarrollado por Katrin Lengwinat, Jesús Mangarré y María Betania Hernández fue financiada por la Subvención de Investigación de la Fundación Cultural Latin GRAMMY® y presenta 50 joropos y golpes.

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El objetivo de este trabajo es estimular la interpretación de las expresiones bravas del joropo llanero en su máxima diversidad. Hemos seleccionado medio centenar de golpes y joropos que se han practicado y difundido desde las primeras grabaciones, pero existen muchos más con la diferencia de no haberse popularizado de igual manera. Los registros grabados se encuentran por lo general en sitios y medios muy disímiles y a veces de difícil acceso. Deseamos presentar los joropos y golpes juntos en una sola fuente de consulta uniforme y sistemática.

 

Para ello todas las ejecuciones son realizadas con el conjunto básico del   instrumento principal (arpa llanera, bandola, mandolina, violín), cuatro y maracas. Al canto se hace referencia mediante una fuente digital externa que está indicada en el enlace con nuestro canal de youtube) y el bajo podría orientarse por las armonías y el bajeo del instrumento mayor.

Nuestro destinatario específico es el cuatrista quien suministra la base armónico-rítmica en cualquier ejecución. Por lo tanto la información se concentra en parámetros como la métrica y el ciclo armónico, pero también en las variaciones armónicas y técnicas a partir del video grabado. Aparte se proporcionan claves de motivos melódicos, estructuras de versación, así como información sobre el origen, autorías y la época histórica.

 

Los ejemplos audiovisuales de cada pieza tienen fines didácticos y por lo tanto son reducidos en su extensión, pero se presentan aunque sea dos variantes. La ejecución musical enuncia el estilo veguero y recio de llano adentro, un estilo que no conoce repeticiones idénticas sino vive de la inspiración y la variabilidad. Sin embargo, el modo veguero sigue normas grupales que no deben traspasarse. Para el cuatro eso implica por ejemplo que no se pueden alterar sustancialmente las armonías y tanto el cuatro como las maracas deben subordinar sus repiques al instrumento principal e insertarlos especialmente al inicio, en el medio y al final de cada pieza, así como tomar referencia de los bordoneos cuereados y trapiados del instrumento cantante. En el formato instrumental que fue usado hay que tomar en cuenta que el instrumento principal asume el componente melódico del canto, pero al tener a un cantador debe cambiar la ejecución a contramelodías y respuestas directas al canto.

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En las piezas multipartitas siempre se comienza con la segunda parte de la canción, debido a que ésta suena primero instrumental y sirve de introducción. En la siguiente parte entra el canto que dura todos los períodos. Las piezas terminan con la misma parte que comenzaron, porque concluyen junto al canto.

La armonización ofrecida es una referencia al mejor estilo criollo, sin embargo no la más básica. Es un ejemplo que puede aplicarse a la ejecución en el mismo Llano. Por tratarse de música viva y dinámica, estas secuencias armónicas pueden ser reducidas o ampliadas, según el gusto, conocimiento e intención musical. Incluso en los videos de referencia se pueden observar variaciones de la propuesta fijada.

El instrumento principal inicia la ejecución de las piezas, el cuatro y las maracas suelen entrar en el segundo compás.

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  Descubrimientos y aprendizajes

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El repertorio, su cantidad y diversidad son cambiantes. Los golpes llaneros, a pesar de existir un número reducido, no se limitan ni a 30 ni a 50 composiciones sino son una categoría en permanente desarrollo por diferentes mecanismos. Por un lado hay pasajes que pueden irse transformando en golpes debido a su carácter tendencioso (ya tienen patrones que se comparten en ambos renglones), pero también por su creciente popularización (adquieren otras letras) y además por la aceleración del tiempo. Por otro lado los golpes pueden entrar en olvido por ser poco difundidos o aceptados en las comunidades llaneras. Desde mediados del siglo pasado la grabación juega un papel favorable para la permanencia.

 

La aplicación de un criterio amplio a la selección de los 50 golpes permite mostrar la extraordinaria diversidad del joropo. Esto se refiere a su grado de historicidad, difusión, procedencia, autoría, desarrollo y carácter. Por lo tanto se abarcaron golpes muy conocidos con una larga historia como el Pajarillo o el Corrío y además piezas más recientes como los Diamantes. Hay ejemplos de mucha difusión actual como la Guacharaca y de muy reducida como el Unicatorce. También consideramos la costumbre de unir a veces diferentes golpes en Entreveraos. El Araguato por su lado es ejemplo de un juego coreográfico del Llano, hoy prácticamente extinto. En la mayoría de los golpes los compositores han sido olvidados, pero en casos recientes como el de Manuel Luna y su Puerto Miranda se conocen aún las autorías. Sin embargo, muchas quedan dudosas, porque las disqueras no han actuado siempre con la debida responsabilidad. A pesar de centrarnos en Venezuela, también consideramos algunos ejemplos colombianos como Carmen Tea. Pero además no solo afrontamos la procedencia geográfica sino también diferentes ámbitos sociales. Así integramos La Perica (venezolana), una composición surgida fuera del Llano, que se ha popularizado ampliamente y representa muchas características del joropo.

 

Los golpes llaneros no son simplemente golpes. Hay diferentes maneras de categorizarlos. La que adoptamos se rige por un criterio muy musical emparentado con el estilo y distingue entre joropos, golpes y pasajes. En nuestro proyecto convergen joropos y golpes. La mayoría de las piezas puede ser interpretada de ambas maneras, dependiendo del contexto y de la experiencia del músico. El estilo joropo se aplica más en escenarios sin mayor interacción con los asistentes, mientras que el estilo golpe se usa preferiblemente en los bailes. Esto tiene consecuencias para el uso de las figuras melódicas y especialmente para la acentuación en la ejecución del cuatro y las maracas. El carácter de la pieza cambia. También hay algunos golpes como El Macán que no pueden convertirse en joropo, al igual que hay joropos como Mi Camaguán que no pueden transformarse en golpes.

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La implementación del criterio único de manejar un estilo criollo al ofrecer las versiones instrumentales ha permitido mantener el espíritu genuino del género que entre otras cosas se manifiesta en un manejo flexible dentro de ciertas normas. La muestra breve y variada de una pieza es una orientación muy útil para cuatristas, can

antes y maraqueros. Como formato instrumental había que manejar el componente melódico en el instrumento principal basado en la línea del canto. Por lo tanto tuvo que obviarse el trabajo que realiza el músico en otras ocasiones al lado de un cantador cuando va a tejer contracantos. Así que la conformación del conjunto registrado sirve especialmente para la interpretación instrumental.

 

Armonizaciones enriquecidas y no rígidas que respetan la esencia criolla y no la deforman, permiten transmitir la fuerza y expresividad del joropo llanero. Generalmente se transmiten los ciclos armónicos de manera muy simple. Nuestro maestro músico desarrolló por un lado un sentido más amplio y retozón, por otro lado mostró en las ejecuciones del cuatro la flexibilidad de estos sistemas sin salirse de los códigos aceptados en el Llano, ofreciendo así ideas variables a los ejecutantes interesados.

 

La cultura musical llanera solo se puede comprender al tener de trasfondo una perspectiva holística sobre su existencia real. La unidad de pensar la música junto con la fiesta, el baile, la poesía, la vida cotidiana, las condiciones geográficas e ambientales, e incluso la historia, es imprescindible para manejar apropiadamente cualquier fragmentación. Sin embargo, ni siquiera con esa visión es posible separar del todo un componente como lo es el golpe de su par, el pasaje. De ahí queda incompleto y parcial.

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fabricantes de arpas

que suenan en nuestras grabaciones

Marble Surface
Juvencio Fernandez luthier venezolano

Juvencio Fernández

(1929 Barquisimeto

2014 Caracas)

Arpas Cantaclaro

Humberto Lobo luthier venezolano

Humberto Lobo

(*1940 Tabay, Mérida)

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Arpas Sono-Lobo

Dionisio Bolivar  luthier venezolano

Dionisio Bolívar

(*1937 La Palma, Ocumare del Tuy)

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Arpas centrales

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